sábado, 14 de abril de 2007

La bestia que llevo dentro

Sí, en los últimos días he hecho un gran descubrimiento. Estoy madurando. Es decir, estoy dejando que la bestia interna que llevo dentro salga a flote para disfrute de viandantes, compañeros de trabajo y otros seres que tienen la maravillosa suerte de toparse conmigo. Normalmente esta estupenda faceta mía sólo podían apreciarla los seres más allegados, es decir, la familia más cercana. Con la de gente cabrona que te puedes llegar a cruzar en un día la mala leche acumulada era considerable. Como considerable era la explosión. En su día Pato le dió un consejo a su novio, que dado que se parece mucho a mí, me lo tomé como propio. Aprende a discutir con la gente. Ella es la mejor en esto. De hecho podría dar clases particulares. Es una tía que no se deja amedrantar ante nada ni nadie. Con dos ovarios bien puestos. Le da igual crear conflicto, porque al menos se queda ancha y luego no se queda con la cosa esa con la que nos quedamos la gente como yo de...joder, me siento imbécil por no haberle respondido al gilipollas de turno ese. Total, que me he puesto en marcha. Ya me he dado cuenta últimamente que cuando algún gilipollas integral intenta aprovecharse de mi aparente debilidad, no dejo que lo hagan. Ejemplo típico: un tío caradura se te cuela en una tienda o algo parecido. Normalemente me pillo el cabreo del quince pero no digo nada porque crea conflicto. Ahora no, se lo digo al tío. Algún día me partirán la cara. Espero que no.

Los jueves en el trabajo viene al laboratorio un técnico para echarnos una mano. Es el técnico más flojo, agonias y quejica del mundo. Es entrar en el laboratorio y empezar a resoplar y a hacer comentarios de lo cansado que está hoy. Antes le preguntabas si estaba bien, pero tras varios jueves, o es que los jueves tiene alergia o es que es así siempre. Una persona que antes de entrar a trabajar ya está cansado. Odio a la gente así. Encima que tienes que estar allí todo el día cuando él tiene un horario como Dios manda de funcionario tocapelotas no me vengas resoplando. El tío lleva con un resfriado desde Enero. Y todavía no ha ido a que se lo miren. Pues lo siento, sino haces nada contra ello no tienes ni el más mínimo derecho a quejarte y por mi parte sólo vas a recibir hostilidad. Nuestra técnico hace un tiempo nos comentó algunas de las perlas que este personaje soltó un día. Nuestra técnico le mandó que lavara unos cacharros que estaban en el fregadero y que limpiara la mesa. A lo que él contesta: "la esclavitud se abolió hace tiempo". Hay que tener los cojones muy grandes para decir eso. Ni que decir tiene que esta frase se ha convertido en la frase estrella del laboratorio. De hecho estoy pensando en contratar a dos chinos que me hagan la tesis por 50 euros al mes. Todavía me quedaría pasta y tendría una tesis de puta madre. Volviendo al señor flojo. El último jueves la menda tenía la reunión de cada dos semanas con el JefePorcu. En ella tengo que enseñar los resultados que se pusieron como objetivos. Total, que iba de bólido intententando terminar todo. Para más inri ese día empezaba un nuevo experimento con el estrés adicional que supone eso (no sabes cómo hacerlo, no sabes dónde buscar la info, dependes de más gente que vienen y se van cuando más los necesitas, etc). Y el tío este que iba trabajando a cámara lenta y soltando resoplidos. Dijo algo como "qué cansado estoy" a lo que dije un "no voy a hacer ningún comentario a eso". Pero luego el amigo, mientras estaba fregando algo, tarea como todos sabemos de mujeres, independientemente de si tu trabajo es técnico de laboratorio o pinche de cocina...pues el chico dijo "manda cojones que aquí lave más que en mi casa". Controlé mucho mi lengua porque lo que en verdad quería decir era "pues ya tienes que ser guarro cabrón, porque no pegas palo al agua". En cambio dije algo como "por eso te pagan, no? blah blah" Yo ni me di cuenta de la trascendencia de mi simple comentario, hasta que me lo comentaron mis compis cuando el menda se arrastró hacia otro lado. Dijeron que necesitaban a más becarias catalanas. Yo puntualicé, y dije que lo que hacía falta eran más becarias catalanas y estresadas.

Hoy, ha sido el día D, en el que me he cambiado de grupo de patines con el permiso del gran J. Me he ido al grupo que lidera, por decir algo, un tal samurai. Un borde de cuidado. Esto será divertido. El tonto integral me ha visto me ha observado, y con su expresión ha dicho "joder, qué he hecho yo pare merecer que en mi chachi grupo entre una persona del grupo de una escala evolutiva inferior". Me lo ha hecho saber con una mirada despectiva y con una pregunta, sorna, tipo soy guay y molo "estás realmente segura que quieres hacerlo?" A lo que he respondido con mi mirada de desprecio más absoluta, esa que sólo dedico a los imbéciles que se creen algo pero que seguramente tienen la picha corta y por ello ven su necesidad de joder a los demás. He contestado con una especie de soplido y un sí, que más que decir sí, decía "tú chaval eres así de tonto, o te han pateado la cabeza en el colegio?". Total que como un monitor estaba missing hoy, él ha tenido que encargarse de un grupo de los inferirores, del que yo trataba de escapar. Ha dividido el grupo en dos y me ha metido en el que iban a hacer giros en paralelo. A lo que me he negado en redondo. Llevo dos putas semanas haciendo giro en paralelo y si me cambio de grupo es para hacer otra cosa. Me dicho de mala manera que vale que me ponga en el grupo de los super chachi. Nos ha dejado solos haciendo un ejercicio chorra de equilibrio (levantar una pata) y cuando vuelve, nada más regresar de hacer el ejercicio y me dice muy borde que flexione. A lo que he respondido "qué flexión?" ya que no había explicado nada y yo estaba simplemente imitando a esa panda de patinadores "i'm so fucking cool that it hurts". Total, que se da la vuelta y mira a sus súbditos que no le rechistan ni de coña y les dice, "la tía, dice que QUÉ FLEXIÓN?" y sigue así un rato. Total que ya su estupidez me cabrea y le suelto "a aver, si tu no has explicado una mierda de cómo hacer el ejercicio, ya me dirás cómo pretendes que lo sepa...por ósmosis?" Creo que el cerebro del chico ha estado a punto de explotar tras oir la palabra. Me da la impresión que es la primera vez en su triste vida que oye otra palabra que no implica caca-culo-teta-pedo-pis. El Samurai (qué se puede esperar de un tío que se autodenomina así) me ha dicho entonces que al frenar debo flexionar más. Eso que sólo hacen los más iniciados. Claro, ese es su problema. Que me trata como a una iniciada. De ahí su ironía-sarcasmo es que no sabes que para frenar hay que flexionar? Por supuesto a sus súbditos no les ha dicho nada al respecto, porque presupone que ellos ya tienen una soltura suficiente para hacer eso, mientras yo, como ya he dich, pertenezco a una escala evolutiva inferior.

El próximo ejercicio ha sido la transición hacia detrás. Esa que ya llevo haciendo desde hace unas semanas, aunque al estilo "patines de cuatro ruedas". Nos lo ha enseñado. Era la peor pero mi infatigable constancia ha hecho que pudiera hacerlo parada perfectamente y cuando lo he hecho en marcha era tan jodidamente buena que incluso he merecido las palabras de asombro y felicitación de dos compañeros de grupo, que hasta el momento me evitaban como a la peste. Total, era el ser que irrumpía en su chachi grupo. Curiosamente, estas dos personas eran los dos únicos chicos del grupo. Arpías. En una de esas veces el Samurai se digna a mirarme y cuando me iba a dar la vuelta dice...uy, que te caes, que te caes...para generar presión supongo. Lo que no sabe es que si doy la vuelta la doy, sino, no. Y estar seguro es fundamental. He dado la vuelta, por supuesto no me he caido y le he soltado una mirada asesina y un simple "pues no" que estaba tan contenido que un simple detonador hubiera hecho que le dijera "uy, que te cae, que te cae un patín en tu bocaza de capullo que tienes, so cabrón"...pero este grado de hostilidad lo guardo para el próximo sábado, en el que iré guardando pacientemente todo el estrés de la semana para él. Mi hermano ya dice que se quiere cambiar de grupo y venirse el sábado. Me lo veo descojoándose de risa. Y es que, este Samurai es un simple globerillo. Me di cuenta con sólo mirarle los patines...con freno. Un patinador avezado no requiere freno. Es más, le molesta. Así que es un simple profesorcillo de tres al cuarto. Pffff...
Por cierto la definición de globerillo es la que hacen los ciclistas a esos domingueros que pillan la bici de vez en cuando. Es fácil distinguirlos...sus piernas peludas es un signo inequívoco. Lo mismo pasa con los nadadores. Los flagelos y cilios se los dejamos a las bacterias, pero si haces alguno de esos dos deportes, por tu madre, quítate los pelos.

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