miércoles, 21 de febrero de 2007

No apto para oidos finos

Mecagoentoloquesemeneaytoloquevuelayporendeentolocagable.Ostiaputajodermierdamierdamierda.

Ahg. Qué gusto me daría poder gritarlo a los cuatro vientos y dar ocho puñetazos a la pared que no voy a hacer porque sino me jodo la garganta y mis manos y entonce siquemevoyacagarentolocagable. Ahg. Que me jode tener dolor de cabeza, sentir que no puedo abarcar ni la mitad de lo que puedo, que no me puedo desahogar haciendo deporte y que la gente tenga una memoria de mosquito y no reconozcan las verdades universales.

De todas formas, ahi va la terapia antichoque, que una de ellas se me ha jodido deliberadamente, y la otra va a ser ver una peli chorra de risa tonta y descerebrada. A ver si sirve.



P.D: La peli tonta y chorra no ha ayudado. Sí, la mala leche se ha ido. Pero ahora la frustración ante mi falta de tiempo y/o incompetencia para hacer las cosas como yo las quiero hacer y en el tiempo que las quiero hacer ha sido sustituida por la frustración por mi incompetencia por encontrar peces comestibles. Acabo de leer un post sobre eso. Sobre cómo nos dicen que el mar está lleno de peces. Ja. Peces, dices. Para empezar, el mar está lleno de guarrerias varias, y cuando encuentras peces, la inmensa mayoría de las veces o son muy pequeños y ya se sabe "pezqueñines no, gracias" o bien son demasiado grandes y duros, con lo que no saben bien y no puedes comerlos. Todo buen pescador sabe que la paciencia es su aliada, pero cuando ya llevas siglos esperando pacientemente y sólo sacas basura del mar, cuando a tu lado no ves más que pescadores que echan sus redes de forma indiscriminada y atrapan miles de peces de una tacada, entonces, es cuando te preguntas qué carajo estás haciendo mal. Y cuidado, en hacer cosas mal, debo ser una experta. Pero ya empiezo a estar harta de ser una incompetente. Y llegados a este punto volvemos al punto inicial. Mi frustración por no hacer lo bien que quisiera las cosas que quiero hacer bien, llamado también incompetencia. Y sí, es un círculo vicioso del que no se puede escapar. Cuál es mi solución? Pegarme un tiro? Demasiada sangre. En cualquier caso, es que quizás lo que esté haciendo mal es el hecho que no vista como si fuera a una fiesta de fin de año en cada momento, el hecho de que expreso mis ideas contrarias a la iglesia, o el hecho que afirme alto y muy convencida que casarme de blanco y por la Iglesia, más que ser el sueño de mi vida, es la pesadilla de mi vida, que no quiero ver realidad. Y que romanticismo no tiene por qué ser sinónimo de cursi cutre al estilo popish que vomito. No. No tiene porque serlo. Y sin embargo, todas estas lindezas que conforman mi caracter, mi pseudoideología y mi más pesada cruz, hacen que el 99% de los mortales me vean como una tia no romántica (vaya idiotez!! qué sabrán los pringaos estos! la pm que los parió a todos, ignorantes y ciegos), y poco femenina. Claro, porque ahora resulta que puedes ser una camionera en todos los aspectos, pero si tu sueño de toa la vida de Dios es casarte de blanco blanquito, embutidita toda tú en un precioso vestido blanco con una cola de 7 metros y entrar en una Iglesa con varias estatuas de seres sangrantes y que un cura que ha votado fidelidad a una Iglesia que considera a la mujer como el origen de todos los males de la humanidad, pues entonces la camionera es súper romántica. Nos ha jodio.

En definitiva. No sé por qué mi mente me ha jugado esta mala pasada, cuando mi frustración pasajera de hoy era por una cosa completamente diferente. Pero lo que está claro es que ya va siendo hora que me vaya buscando a unos cuantos gatos de compañía. Iba a decir perros, pero son demasiado amigables, y todos sabemos ya que yo soy arisca y sobre todo la antítesis de la feminidad. Pues eso. A comprar gatos. Seguro que ellos si pescan pezcaitos.

1 comentario:

Derrotado dijo...

Igual de malpensada-malhablada que yo

Con las mismitas palabras XD